Resumen

La microbiota de cada persona tiende a ser única tanto en abundancia como en diversidad de especies, influyendo de forma importante en procesos locales y sistémicos, inmunes y metabólicos, teniendo una profunda contribución en el estado de salud. La ERC se caracteriza por ocasionar disbiosis intestinal que afecta las actividades metabólicas de la misma. Diversas son las causas de esta disbiosis, entre ellas se encuentran: aumento en la secreción de urea en el tracto gastrointestinal, prolongación del tránsito intestinal, menor consumo de fibra, restricciones en la dieta, hipervolemia/edema, aumento de disponibilidad de proteína para bacterias proteolíticas y uso frecuente de antibióticos. Dentro de las consecuencias u alteraciones ocasionadas por la disbiosis intestinal se encuentran un aumento en la inflamación y estrés oxidativo, que a su vez aceleran la progresión de la ERC y aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular. Se tienen tres maneras para tratar la disbiosis intestinal en pacientes con ERC: disminuyendo producción de toxinas urémicas, previniendo la absorción a nivel intestinal de los productos metabólicos utilizando adsorbentes orales y modulando la composición de la microbiota. Por lo tanto, dentro del tratamiento de la disbiosis se encuentra: modificar el patrón de alimentación, así como el uso de probióticos y simbióticos, modular la microbiota intestinal, disminuyendo producción de toxinas y traslocación bacteriana.

Palabras clave: Enfermedad renal crónica disbiosis intestinal probióticos simbióticos.

2019-11-19   |   1,133 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.2. Mayo-Agosto 2019 Pags. 49-55 Rev Mex Nutr Ren 2019; 2(2)